Un potente imán para el nuevo talento.
El voluntariado corporativo suponen para el talento formaciones experienciales de gran valor. Además de fuentes de bienestar emocional. Hace sentir al equipo que forman parte de un impacto positivo a la sociedad, directo y visible.
A pesar de que es una fuente indiscutible de bienestar y un factor muy considerado por las nuevas generaciones a la hora de escoger empleador, todavía son muchas las empresas que no trabajan la responsabilidad social y el voluntariado corporativo como una estrategia más, con un presupuesto y recursos asignados que les permitan marcarse unos objetivos y desarrollar un plan de acción. La mayoría de ellas no llevan a cabo programas de este tipo o simplemente realizan acciones puntuales. Esto último es, por supuesto, mejor que nada. Pero siempre siendo conscientes de que lo correcto es una contribución más sostenida en el tiempo. Además de meditada y construida sobre unos criterios.
Las nuevas generaciones llegan pisando fuerte. Con una marcada sensibilidad y un alto compromiso con el entorno que nos rodea. Observan las organizaciones y son muy críticos con los valores, la coherencia y el propósito que representan cada una de ellas.
Ofrece oportunidades a equipo. Fomenta el voluntariado corporativo.
El impacto de la empresa en la sociedad es algo que tienen muy presente. Comunicarles desde el proceso de captación de talento cuál es tu propósito. Cómo lo persigues resultará diferenciador y potenciará tu marca empleadora. Posteriormente, constituirá una fuente de bienestar y engagement con el correspondiente impacto positivo en tus indicadores.
Especialmente en plantillas donde predominan las generaciones más jóvenes, el éxito del voluntariado está garantizado.
PWC desvelaba ya en 2018 que el 70 % de sus millennials participaban en voluntariado corporativo. Y es que si a personas con inquietud social les ofreces la oportunidad de impulsar diferentes iniciativas y mejorar su entorno, estás contribuyendo directamente a su realización personal y bienestar emocional. A través del voluntariado los empleados profundizan en otras realidades muy diferentes a las propias. Ya sean acciones enfocadas a problemáticas de empleo, educación, discapacidad, medioambientales o de cualquier índole. Esto se traduce en formaciones experienciales de gran valor que además reportan un beneficio a la sociedad directo y visible.
Innovemos
La innovación es otro de los aspectos a mencionar en este apartado.
Los programas de voluntariado se caracterizan por acciones que se repiten habitualmente. La agenda 2030 recoge diecisiete objetivos de desarrollo sostenible.
Hay muchísimas alternativas para innovar con tu plan de voluntariado corporativo, y los millennials están deseando proponer ideas, incluso liderarlas. Implica a tus equipos en la generación de ideas y en la selección de las ganadoras. Esas iniciativas nacen ya con éxito garantizado.
Puedes también poner en marcha algunas iniciativas de voluntariado emprendedor, donde el empleado en cuestión se encarga de impulsar una acción, implicar al colectivo y desarrollarla en primera persona con el apoyo de la compañía. Muchas acciones logran más éxito cuando provienen de las propias personas de la organización que cuando surgen como iniciativa del área de RSC.
La pandemia también ha obligado a innovar en formato. La transformación digital apretaba. Se sabía que había que ir avanzando en voluntariado digital, pero la COVID-19 sorprendió también a los responsables de RSC. Pero no hay nada como una situación crítica para aunar esfuerzos y abrir nuevas ventanas de oportunidad.
Voluntariado digital
En este momento tan traumático y de confinamientos, solo gracias al voluntariado digital se pudieron llevar a cabo numerosísimas acciones. Y es que son muchas las ventajas que el voluntariado digital aporta respecto al presencial. Una gran flexibilidad (se lleva a cabo desde cualquier lugar, en cualquier momento), una menor necesidad de recursos y despliegue logístico, mayor facilidad de gestión en oferta y demanda de acciones, posibilidades de medición mucho más precisas, y un mayor impacto y alcance, pudiendo incluso traspasar fronteras de una forma relativamente sencilla.
Telefónica confirmaba a mediados de 2020 que solo en unos meses había pasado de un programa 70 % presencial-30 % digital a 100 % digital con motivo de la pandemia
Telefónica confirmaba a mediados de 2020 que solo en unos meses había pasado de un programa 70 % presencial-30 % digital a 100 % digital con motivo de la pandemia. Antes del confinamiento, los voluntariados digitales se reducían principalmente a colaboraciones con entidades sociales en tareas concretas que podían delegarse, como digitalización de bases de datos, apoyo en visibilidad o similares. A partir del confinamiento, todos los programas fueron rediseñados urgentemente y adaptaron o suplieron las acciones presenciales previstas con acciones en formato digital. Su estrecha alianza con las entidades sociales en este reto a contrarreloj y un derroche de creatividad y solidaridad les permitió alcanzar con gran éxito a diferentes colectivos.
Construyendo iniciativas: Telefónica
Estas fueron algunas de las iniciativas emprendidas en remoto.
- Suma fuerzas: campaña en la que 200 voluntarios dieron asistencia telefónica a más de 4.000 personas junto a Cruz Roja.
- Minutos en compañía: en esta campaña, junto a la fundación «Adopta un Abuelo», 75 voluntarios atendían y acompañaban virtualmente a mayores de Madrid y Andalucía.
- Cartas contra la soledad: 76 voluntarios se intercambiaban cartas con los mayores de las residencias y 176 con personas con discapacidad intelectual.
- Ocio inclusivo virtual: los voluntarios de esta campaña hacían encuentros a través de zoom con personas con discapacidad intelectual, proponiendo eventos como fiestas de disfraces.
- Energía voluntaria: esta iniciativa, en colaboración con Mensajeros de la Paz, constituyó un reto digital para alcanzar 20.000 km entre los participantes, fomentando el deporte sin salir de casa.
- Alimentos solidarios: fue una iniciativa de gran éxito coordinada de forma digital. Con la donación de los cheques comida que los voluntarios no utilizaron durante la pandemia, se recaudaron 600.000 euros para la fundación española de Banco de Alimentos.
- Formación digital: antes de la pandemia, los voluntarios se desplazaban a colegios para dar charlas de ciberseguridad o a residencias para ayudar a los mayores en el uso del móvil, whatsapp, skype y otras tecnologías de sociabilización digital. A raíz de la pandemia, esos recursos fueron puestos a disposición de los empleados para multiplicar su difusión.
Construyendo iniciativas: IBM
IBM es otro de los grandes que se adaptó rápidamente al formato digital durante la pandemia. Junto a CISCO estableció una alianza para utilizar la plataforma Webex y que sus voluntarios pudieran ofrecer formación a la comunidad educativa durante esas semanas y meses tan críticos. De la misma manera, a través de su plataforma Skillbuild, los voluntarios siguen apoyando hoy a las entidades sociales en la formación de usuarios desempleados que precisan un reskilling o habilidades digitales para ampliar sus expectativas laborales.
El Modelo Híbrido
Estábamos acostumbrados al voluntariado presencial. Aunque parece que la obligatoriedad digital provocada por la pandemia ha deshumanizado las acciones de voluntariado. Nada más lejos de la realidad. De hecho, si no hubiera sido por la tecnología, las acciones se hubieran paralizado totalmente. La tecnología nos ha permitido estar más cerca que nunca en la distancia y presentes donde se nos ha necesitado. Y aunque el voluntariado sea digital, el voluntario que hay detrás es una persona solidaria con intención de ayudar, y el destinatario otra persona con determinadas necesidades. Así que, nada de deshumanización.
Al igual que ocurre con el teletrabajo, parece que el voluntariado digital ha llegado para quedarse. En este ámbito, todo apunta a que el modelo híbrido será el ganador. El voluntariado presencial recuperará posiciones, pero se seguirá avanzando y trabajando en el formato digital para adaptarse al nuevo entorno.
Haz harketing
Estudia la composición de tu plantilla y sus preferencias. Después decide cuáles serán tus objetivos, qué iniciativas pondrás en marcha, y qué formatos utilizarás. Haz harketing. Valora qué problemáticas preocupan más entre las personas de tu organización. Más tarde, que tipología de acciones pueden tener un mayor éxito. Implícales en la generación y desarrollo de ideas.
Pon en valor y reconoce siempre la implicación de las personas en estas acciones tan importantes. Y mide. No olvides medir el éxito e impacto de cada una de ellas para introducir mejoras de forma continua.
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