Si quieres atraer talento, deja de hablar de tu libro.
Interioriza este mantra: deja de mirarte el ombligo y céntrate en el objetivo.
Los tiempos en los que se impresionaba a los candidatos con los tópicos «somos muy grandes». «Estamos en cien países». O «facturamos miles de millones» han caducado a la hora de atraer talento. Las nuevas generaciones demandan y se sienten atraídas por otro tipo de aspectos para apostar por un entorno profesional. Y si estas necesidades las cubre una pequeña empresa o start-up mejor que una gran multinacional.. Los candidatos objetivo se declinarán por la primera sin dudarlo.
Orienta tu propuesta hacia tu candidato objetivo, sitúale en todo momento en el centro de tu estrategia. Y no te limites a publicar la grandeza de tu organización porque esto ya no es suficiente. Mientras que hace algunos años la mayoría mostrábamos predilección por las compañías multinacionales. Hoy muchos estudios confirman que estas han perdido terreno frente a las pymes y start-ups.
¿Quién es tu candidato objetivo?
¿Lo tienes claro? Pues si no es así, lo primero de todo es definir claramente el prototipo de tu candidato objetivo, diseñar un avatar.
La fase de análisis es tediosa, pero fundamental. Muchas compañías emprenden acciones en materia de employer branding sin este análisis, limitándose a «hablar de su libro» y la historia acaba con que ninguna de estas acciones es efectiva o compensa la inversión de tiempo y dinero. Es un fallo no tener identificado a quién dedicarás tus recursos y esfuerzos. Es lo mismo que ir a la guerra con un palo. Así que tienes que crear al que será el protagonista de la película. Por eso, al igual que en marketing se diseña el buyer persona para prototipar al cliente, nosotros en harketing trabajaremos el candidate persona (que es el cliente objetivo de HR).
Crear un avatar de tu colaborador ideal será la piedra angular de las actuaciones de harketing antes y durante el viaje del empleado en tu organización, pero centrémonos ahora en la fase de atracción del talento. Tu avatar aglutinará las principales skills del candidato que siempre has recogido en las famosas job descriptions. Requerimientos en formación, experiencia, habilidades… Pero, también otros rasgos que te proporcionarán una valiosísima información, la información clave. Estos aspectos recogen la parte más emocional y conductual de las personas y profundizan en otros temas como intereses, motivaciones, y también posibles frustraciones y preocupaciones.
Analizar las emociones de tu candidato objetivo
Por eso resultará absolutamente imprescindible en el análisis hacer un ejercicio de empatía para profundizar en ellos, ya que esto te dará las principales claves para diseñar acciones que susciten interés y hagan atractiva a tu marca empleadora. Incorporar respuestas a las emociones más intrínsecas de los candidatos objetivo en nuestras acciones de harketing provocará que tus mensajes lleguen mucho más lejos y que tu propuesta de valor suene realmente diferente y especial.
En la organización no tendrás por supuesto un solo prototipo. Irás diseñando diferentes avatares en función del objetivo que persigas en cada momento. De ese trabajo de análisis diseñarás acciones de harketing transversales para todos ellos y otras más específicas.
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